domingo, 10 de agosto de 2008

3, 2, 1... Contacto

Esta semana ha tocado visitar de nuevo a House para las pruebas de contacto (os comenté algo sobre ello aquí). Por desgracia no involucraban a ninguna de sus atractivas colaboradoras, pero al menos ya sé a qué no debería acercarme.

El lunes me repartieron varios discos metálicos bastante pequeños sobre la espalda, cada uno de ellos con distintas muestras de varias sustancias, lo cubrieron todo con esparadrapo, y me mandaron a casa con un “y no te laves la espalda”. Añado que esta semana hemos tenido los días más calurosos del verano. No he sido la compañía más agradable, la verdad. La ventaja es que disponía de un método disuasorio ante posibles puñaladas por detrás.

El miércoles volví a que me retiraran todo, me pintarrajearon con rotulador para delimitar las zonas que habían reaccionado, y como necesitaban saber cómo desaparecían los eczemas con el tiempo, me mandaron a casa hasta el viernes con un “y no te laves la espalda”. Otra vez. Cuatro días haciendo lo imposible en la ducha para no mojarme por debajo de la nuca.

Y el viernes volví de nuevo. Pero, aprovechando tanta dermatología, le comenté a House si de paso me podían quitar una verruguita en mi axila derecha, de modo que la última mañana, a primera hora, se encargaron de ello. Al entrar en la sala de curas la chica me preguntó qué tal estaban mis piernas. Me llamó la atención, porque en esta consulta no les había dejado mi informe, pero entonces la reconocí: era la mujer que me atendió en urgencias hace cosa de mes y medio (la misma a la que House puso en evidencia la última vez que la vi; repasad el final de esta entrada, si no lo habéis hecho ya, porque era ella). Sí que las dejé impresionadas, sí...

Total, esta chica me electrodesecó (es como se llama lo que me hizo) la verruga, mientras olía a carne quemada, la mía, y no huelo muy bien, la verdad, nada que ver con el olor a churrasco de un buen restaurante. Es un alivio en caso de que en alguna ocasión sólo el canibalismo sea la única alternativa, puedo defenderme diciendo que no resulto apetecible una vez cocinado (o puedo decir que no me he lavado la espalda).

En cualquier caso, luego House, en su consulta, ya me aclaró los resultados: soy vulnerable al cromo y al kathon (chúpate esa, Superman, tú sólo tienes la kryptonita). Y por fin pude volver a lavarme la espalda, para alegría y regocijo de muchos (yo el primero). Aunque, después de tan interesante y limitadamente higiénica semana, tendré que volver dentro de un par de meses, porque aún quedan dudas respecto a mi reacción a otro tipo de productos (cosméticos). A ver si en esta ocasión futura no me despisto y le pido el teléfono a la chica de urgencias (que para entonces espero haber recuperado la tersura y tono de mi piel de una condenada vez).

Y a modo de resumen, decir que los dermatólogos son la elite de la serie B de la medicina. No son neurocirujanos, ni cardiólogos, ni nada tan guay, pero tienen sus propias cosas molonas. En estos casi dos meses me han parcheado, me han dado pastillas y cremas que en doce horas me cerraron las heridas, me han arreglado la piel, me han cortado lo que me sobraba con electricidad, me han dado una excusa para no ducharme...

Gratitud por siempre a los dermatólogos anónimos, que disminuyen el asco que nos da vernos los unos a los otros.

4 comentarios:

Aathos dijo...

¿Kathon? ¿Y cómo demonios has cogido alergia al kathon? Eres particular hasta en eso, hombre. Lo que ocurre es que uno entonces se pregunta, qué demonios te has hechado en Granada que tenga kathon. Se puede encontrar en varios lugares:

- Jabones: Si fuese ahí tendrías que tener el cuerpo como un cristo, y no sólo donde tenías el disco, ¿no?

- Abrillantadores: No quiero hacer comentarios sobre cómo limpias la casa pero...

- Tintas de impresora: ¿?

- Preservativos: ...ahí no opino.


En fin, ya nos dirás cómo va la cosa... con la chica de urgencias, claro.

Tipo Deincógnito dijo...

Pues no te lo pierdas, he estado comprobando mis productos de higiene personal, y sólo se salvan la pasta de dientes y el gel de ducha.

Voy a tener que hacer un Master en Champulogía y Desodorantología para poder comprarme algo que no me deje como Freddy Krueger...

Aathos dijo...

Pues ten cuidado no vaya a ser que te quedes sin tu mojo y te cambie la personalidad, que todo el posible...

Acido_Cinico dijo...

Excelente post, "nokathonman", en serio !!!
además, lo de "no kathon" suena a hecatombe, que es como diezmar en griego antiguo, pero con cien -ekaton- en vez de con diez...
suerte con la ayudanta de house, pero veo que ya tienes media batalla ganada, no?...
en fin, yo de vuelta por la gatera, a currar y todo eso...
dame un toque si estás por aquí y quedamos para tomarnos algo sin kathon...