martes, 29 de julio de 2008

El cielo es azul, Ross

Hace unos días encontré el botón de autodestrucción de mi reproductor de DVDs. En realidad no se trata de un único botón, sino más bien de una secuencia de ellos, combinados en el orden preciso, y con la suficiente indiferencia por mi parte a las indicaciones que se mostraban en pantalla cada vez que oprimía alguna tecla (“¿Está seguro de que quiere cambiar la configuración?” Pues claro que estoy seguro; y aunque no lo estuviera: soy español, no leo instrucciones de uso).

Grave error: desde hace una semana, cada vez que encendemos el DVD vemos un precioso pantallazo azul que ríase de los de Microsoft. Relajante, intenso, sin letras blancas sobre el cristal dando pistas absurdas sobre qué clase de excepción ha saltado. Sólo el azul enmarcado por la caja del televisor. Fungi ha definido esta experiencia como “ver el mar”. “¿Se sigue viendo el mar?”, pregunta cada vez que llega a casa estos días. La tiraría por la ventana, pero no hay suficiente altura hasta el suelo y es posible que sobreviviera.

El caso es que hoy no me ha quedado más remedio que ver la televisión convencional, y mis ojos han dado con un episodio de “Mentes Criminales” (que no está mal del todo, o a mí por lo menos no me disgusta). Y entre las actrices de esta temporada aparece esta hermosa muchacha, Paget Brewster:

Su cara me suena, su cara me suena... Demonios, es sorprendentemente parecida a Sean Young, pienso:

Hacedme caso, hay algunas fotos en las que la semejanza es evidente.

Pero sigo pensando en que no las confundo, en que sé que he visto a Paget en algún otro lugar. Y bajando en su ficha de IMDB encuentro que interpretó a Kathy, una de las (pocas) chicas de Chandler en “Friends”.

Azul. Pantallazo azul. "Mentes Criminales". Paget Brewster. Kathy. Chandler. “Friends”. Joey. “El cielo es azul, Ross”. Azul.

Para mí, esto es una entrada redonda...

jueves, 24 de julio de 2008

Vive deprisa, muere joven...

Y deja un bonito cadáver.

Hay al menos tres cosas en esta frase atribuida a James Dean que no voy a poder hacer. Analicemos el texto:

“Vive deprisa”: hace dos días tendría que haber ido a una sesión de rehabilitación para que me explicaran cómo hacer ejercicios para tratar mis problemas de lumbares entre las vértebras L5 y S1 (es gracioso, nuestra columna se parece al catálogo de un concesionario de Citroën o Renault). Pero no pude porque estaba de trabajo hasta arriba; además, con la espalda como la tengo, tampoco es que pueda ir corriendo a ninguna parte. De modo que nada de vivir deprisa.

“Muere joven”: aquí tengo alguna esperanza, pero menos. Hace un mes escaso que he cumplido los treinta y cinco. Joven me siento, pero todo el mundo sabe que la edad es la que es. Ciertamente, en las noticias se empeñan en repetir casos de accidentes en que, y cito casi textualmente, “un joven de treinta y siete años ha muerto en una colisión con una hormigonera”, o algo por el estilo. Que lo siento por el pobre hombre, porque ha muerto y eso, pero a los treintañeros que le sobrevivimos nos da ánimos: si él con treinta y siete años es joven, los demás también. En cualquier caso, vamos a ser honestos: joven es antes de los treinta. Otra prueba no superada.

“Deja un bonito cadáver”: el lunes me hicieron de nuevo las pruebas de la alergia, y se confirma que hay dos o tres cosas que no me provocan reacción (las películas de animación de Dreamworks tampoco, porque sólo me aburren). Me afectan los perros y los gatos (lo cual está bien para cuando vayamos a un restaurante chino: si no notas cambios en mi piel, si no me hincho, es que posiblemente la ternera sí sea ternera), los caballos (que también es bueno, porque nunca había encontrado una excusa para no tener uno de mascota en el piso), las gramíneas, las arizónicas... Y estoy a la espera de que las dermatólogas (House y sus ángeles) me hagan las pruebas de contacto. El caso es que tengo montones de papeletas para que mi aspecto en el momento de mi muerte sea de todo menos “resultón”. Que nada de bonito cadáver, vamos.

Así que tendré que dedicarme a vivir tranquilamente, morir de viejito, y dejar un cadáver, si no bonito, sí interesante.

Irme sí, pero con estilo.

domingo, 20 de julio de 2008

"Micción": Imposible

El viernes pasado estuve en una curry-night promovida por Marijelo y su grupo de amistades (Marijelo, tiembla, poco a poco te las iré arrebatando). La cosa fue como habitualmente, avisé de que llegaría tarde, y luego llegué aún más tarde de lo que pensaba. Confío demasiado en mi sentido de la orientación, que en ciudad no es completamente malo, pero si no lo acompañas de un mapa de situación antes de salir de casa, dependes mucho de la fortuna inicial con la que des los primeros pasos. Digamos que salir de la estación de metro (correcta) sin saber por qué calle comenzar a andar no es el mejor de los principios para llegar a tiempo a una cita.

Pero no era esto de lo que quería escribir. La cena fue bien, tanto los platos como la atención estuvieron a un buen nivel (si bien sigo quedándome en las opciones no picantes de la carta); aunque tampoco quería escribir sobre esto. Después, para no volvernos tan pronto (la una aproximadamente) a casa dimos un pequeño paseo, hasta honrar con nuestra presencia una de las terrazas nocturnas, tan apetecibles en estas veraniegas y cálidas noches. Pero tampoco quería escribir sobre esto.

En la caminata entre el restaurante y la terraza hicimos un alto para que unas de los nuestros sacaran dinero de un cajero. Mientras esperábamos, pudimos ver uno de los especímenes de la fauna nocturna que he dado en llamar, a partir de ahora, "donantes de orina" (o "graffiteros del ácido úrico"). Entre dos motocicletas, un tipo se dedicó a satisfacer una de sus necesidades más básicas, aligerándose de peso en forma de líquido amarillento. Para mí éste es un ejemplo claro en que invocar la defensa Chewbacca. ¿Por qué? Porque no tiene sentido.

España es un país que se jacta de tener un número altísimo de bares por número de habitantes. Este número mejora si te mueves por una zona dedicada a salir, con locales para el consumo de copas entre portal y portal. En casi todos ellos hay un par de puertas que llevan a lugares específicamente diseñados para la evacuación de los residuos orgánicos (sólidos, líquidos, gaseosos, y mezcla de algunos de ellos en los peores casos). En casi todos ellos esas dos puertas están perfectamente señalizadas, con lo cual el cometido de las habitaciones que se encuentran tras ellas es claramente discernible (aunque se podría discutir la capacidad de interpretar estos símbolos en función de la ingesta de alcohol: es posible que, en estado sobrio, sepas elegir entre cruzar la puerta con tornillo o con tuerca; pero, si ya vas "algo cargado", ver un círculo con una flecha hacia arriba y otro con una pequeña cruz hacia abajo puede llevar a error a determinados sujetos).

En definitiva, y dicho llanamente: en España no es difícil mear en privado. Ese individuo podría haberse metido en cualquier bar, o esperar al siguiente lugar en que entraran para la próxima copa, y marcar allí su territorio. En mi calle, por ejemplo, es especialmente molesto acercarte a los contenedores de papel y vidrio, para echar los residuos correspondientes, y toparte con el desagradable olor de gente que se ha deshecho de sus propios residuos.

El remate llegó la mañana siguiente a la curry-night, cuando salí de mi casa a eso de las diez y media para ir a coger un tren. En el camino entre el portal y la estación de metro me encontré con un par de tipos tirados en el suelo, durmiendo la mona. Por suerte para ellos, ningún donante de orina había silueteado sus cuerpos con su peculiar estilo (ni tampoco los había rociado, aún mejor).

Menos mal, aún no hemos perdido totalmente las formas.

domingo, 13 de julio de 2008

Leaving Las Vegas

Anoche decidimos salir a tomar unas cervezas. Nada de visitar locales de moda, nada de ir a bailar, nada de cenas sofisticadas... Beber. Cerveza. Mucha.

Al final conformamos un grupo interesante, entre Fungi, unos amigos suyos, Bast (hermana de M, de MyJ), y yo. El caso es que una de las tareas que nos impusimos fue bautizar esta clase de salida nocturna de un modo determinado, para no tener que perder el tiempo explicando cuál va a ser el plan la próxima vez que decidamos salir precisamente en este plan.

Y tenemos un ganador: "Barrel-Night" (en honor a SingStar).

Bueno, pues hoy es el día post-Barrel-Night, y se está notando. Por eso, esta entrada se queda aquí, porque la noche fue gloriosa, pero la jornada siguiente está dedicada al descanso del guerrero.

domingo, 6 de julio de 2008

Back to school

Bueno, han sido un par de semanas... interesantes (anímicamente ha habido de todo).

Estar muerto por dentro no es malo (la mayor parte del tiempo), pero ver que estás podrido por fuera sí, es más difícil de llevar. Proporciona entradas divertidas para el blog, si sabes enfocar el asunto de un modo simpático, pero no hace gracia tener una (o más de una) enfermedad absurda, y no saber qué es. Estar de baja te obliga a parar, a descansar para que tu cuerpo se recupere; y, mientras, tu cabeza va por libre, empieza a dar vueltas a las cosas, y basta un único pensamiento negativo para provocar una reacción en cadena que te lleva cuesta abajo.

Pero, por suerte, siempre acaba por producirse el "efecto Rocketeer" (nota mental: explicar más adelante a qué llamamos "efecto Rocketeer").

Hace unos días regresé al trabajo, no muy animado, pero con ganas de volver a ver a mis compañeros. El retorno se me hizo más agradable porque, al poco, me entregaron una postal de cumpleaños y un regalo... que tenían preparados desde la semana pasada: al parecer mi súbita fuga de las oficinas fastidió la entrega para el momento en que estaba prevista, y tuvo que esperar hasta entonces. Así que, además de alegrarme por el regreso, me animó aún más el recibimiento (aprovecho para dar las gracias a Jules, a ElastiGirl y a los demás, que aún no tienen nombres clave, pero los tendrán).

Por otra parte, desde este fin de semana tengo compañera de piso: Fungi se ha venido con sus cosas a pasar una temporada por aquí, hasta que se aclare con lo suyo. Va a estar bien poder gritarle a otro ser humano y no a la televisión, para variar (Fungi, si estás leyendo esto, tranquila, no te voy a gritar, es sólo para darle un poco de interés al blog). Además, hemos empezado a trabajar en un par de proyectos interesantes: por una parte, pretendemos aprender a cocinar de verdad (dejando atrás la "cocina de campaña", consistente sobre todo en pizzas y microondas); por otra parte, estamos creando nuestro propio "lenguaje de batalla Atreides" (nota mental para vosotros: leed "Dune" si no lo habéis hecho), dotando de nuevos y ocultos significados a palabras y expresiones comunes (que desde ahora dejarán de serlo).

También ha habido otro tipo de cambios, pero en esos todavía estoy trabajando, así que de momento no hay resultados, nada de lo que hablar; ya os contaré algo, si al final salen bien las cosas (y si no salen bien también lo escribiré, que reírse solo no es tan divertido).