martes, 22 de abril de 2008

Teléfono... Mi casa...

Hace unos días un amigo me preguntó si alguna vez me había tomado la molestia de escuchar los mensajes que me había dejado en el contestador automático. La respuesta fue que no, porque ni sabía que tenía activado el servicio. Así que, antes o después, tenía que tocar, y esta tarde me dediqué a limpiar de mensajes el buzón cuya existencia yo ignoraba.

El primero de los mensajes se remontaba a enero de 2006; y había de todo un poco:

- Una comercial de Marina D'Or me expuso con una monótona voz que, como no estaba en casa, no podría explicarme la gran oportunidad que tenía de comprar un piso... y luego me la explicaba. Las locuciones pregrabadas del metro son más animadas. Si no lo hubiera borrado por accidente, habría usado ese mensaje para combatir mi insomnio.

- Durante 2006 llegaron unos treinta avisos de la gestora de mi comunidad de vecinos, para decirme que me tocaba ser vice-presidente: si hubieran llamado a mi móvil habrían tenido más éxito.

- A mediados de 2006 Mamá Deincógnito me llamó para felicitarme el cumpleaños (y luego me llamó otra vez, y me felicitó "in person"). Aprovecho para saludar a mi madre, que no me estará leyendo.

- El "ranking" de 2007 está sin duda encabezado por Telefónica Móviles, que en no menos de quince ocasiones me urgieron a que me pusiera en contacto con ellos, aunque no explicaban para qué. Lo mejor es que preguntaban por Pamela No-sé-quién, así que lo llevaban claro.

- Una anciana me contó que se quedaba con su hija, porque "con lo suyo" tenía que ser cuidada, y que cuando tosía lo echaba "todo en medio" (ignoro a qué se refería, y prefiero seguir así), pero que "muchas gracias, Isabel". Al menos, esta señora pilló más rápido que los de Telefónica que no soy Isabel, y no volvió a llamar.

- Una voz femenina pero grave (pero femenina) dijo "guapo", y luego colgó. Me gustaría saber cuáles son sus fuentes...

- Una teleoperadora confundió los botones, y en lugar de colgar se puso a explicar a sus compañeras que alguien se dedicaba a enviarle correos kilométricos, y que luego ya no le cabía nada más. Quien quiera aprovechar para hacer un comentario con doble sentido, éste es el momento.

- Mucha gente llamó para quedar a horas y en lugares en los cuales sospecho que nadie apareció: me gusta pensar en ello como mi pequeña e involuntaria contribución al "Proyecto Mayhem".

¿En resumen? Mi madre me quiere, Telefónica Móviles me quiere quince veces más, y la gestora de mi comunidad de vecinos me odia el doble que Telefónica Móviles, o treinta veces más que Mamá Deincógnito. Pero no cuenta, porque es amor de madre.


2 comentarios:

Acido_Cinico dijo...

http://www.s-anand.net/
calvinandhobbes.html#19911109

para más señas...

Tipo Deincógnito dijo...

"Sasto"...

Además, Calvin y Hobbes son el vitamínico definitivo: un par de tiras por las mañanas, recién llegados al trabajo, y de buen humor para el resto del día.